miércoles, 4 de febrero de 2009

LA VIEJA O EL VIEJO DE MATEMATICAS

Cuantas veces no hemos dicho o escuchado esta frase. La pregunta es ¿Por qué de este cliché?
Por mi propia vivencia y recordando tiempos de antaño puedo decir que:
Yo odiaba mis profesores de mate y por ende las matemáticas, que fome hoy me toca con el viejo de matemática, me carga yo no se para que sirven.
Siempre pasaba con un 4 o sea a la rastra.
Llego el momento de la U, feliz quede en lo que yo quería, estudiar pedagogía básica. Que tragedia me acaban de entregar la famosa malla curricular, horror de nuevo matemática en el segundo año, ¿Qué hago?, copiar no mas y olvidarme luego, total después no mas matemáticas, que desagradables y aburridas son.
Mi primera clase fui totalmente con aires de perdedora, llego mi nuevo profesor, “nunca lo olvidare” Don ANTONIO HADDAD “gran maestro de las matemáticas” su paciencia, entusiasmo, dedicación, me embrujaron, no se si él o las matemáticas.
Lo único que puedo decir que el me enseño a quererlas tanto como a mi ser.
Con el aprendí todo lo que en básica y media no pude, llegando ahora a ser profesora de matemática.
Si te preguntas del porque de mi relato, simplemente te puedo decir que soy una convencida que tienes que querer mucho lo que haces y entregarte cien por ciento a ello sino eres simplemente un fraude y lo peor de todo es el daño que puedes ocasionar a tus alumnos alumnas.
Colegas esta humilde servidora les puede decir que, uno de los tantos ingredientes de la receta para que los niños y niñas rindan en sus diferentes niveles académicos es:
Primero: querer lo que hacemos.
Segundo: nunca pensar que todos los niños o niñas son iguales
Tercero: tener mucha, pero mucha paciencia, cosa que si tenemos que explicar cien veces lo mismo lo hagamos de la mejor forma posible.
Cuarto: no olvidar que son personas o personitas.
Quinto: ser más amigos de nuestro educando, que profesores.
Sexto: buscar nuevas estrategias de trabajo, quizás a través de juegos didácticos, utilizando nuestro entorno, material desechable, o sea utilizando mucho nuestra imaginación y quizás tratar de pensar como un niño, no seria tan malo.
Séptimo: los siguientes ingredientes te los dejo a ti colega, apoderado o alumno (a), ya que tu realidad pedagógica es muy diferente a la mía y a la de los programas de educación, los cuales es cierto es una pauta de ayuda pero en muchas ocasiones solo reflejan la realidad de la zona central.
Si en algo de lo dicho me equivoco, por favor házmelo saber, estoy llana a ver tu comentario.

Bibliografía:

http://portafoliocepraden.blogspot.com/

FOTOGRAFIAS: